Bale vuelve a dar la espalda al Real Madrid. El galés no ha entrado en la convocatoria para el duelo contra el Espanyol por unas molestias que ha sufrido en el último entrenamiento, ya que estuvo sin problemas ante el Manchester City en la ida de las semifinales de la Champions y se ejercitó con normalidad junto al resto de sus compañeros el jueves. Gareth podría haber sido incluso titular por la banda izquierda, pero tendrá que ver un duelo donde su equipo puede ser campeón desde la grada.
La situación con Bale ya no es ni un problema para el Real Madrid. En el club han decidido que ni se van a molestar por los compartimientos de un jugador muy poco comprometido. Sus días como madridista están contados. Cuando está bien Ancelotti no tiene el más mínimo problema a la hora de citarle, mientras que si tiene alguna molestia se queda fuera de la convocatoria y no pasa absolutamente nada. La indiferencia con el jugador es total.
En los últimos meses Bale ha protagonizado diferentes momentos para enfadar al club, pero como hace tiempo que le dan como un caso perdido el malestar es nulo. Se quedó fuera de la convocatoria del Clásico por unas molestias, aunque días después estaba jugando, marcando y dándolo todo con Gales. Luego, no celebró la importante victoria ante el Sevilla junto al resto de sus compañeros y se perdió el encuentro contra Osasuna por otra dolencia.
La reprimenda de los capitanes
Si el club le da como un caso perdido, sus compañeros sí están cansados de su actitud. Dentro del gran ambiente que se respira en Valdebebas, Bale es la nota discordante. El pasotismo que muestra ha terminado por hartar al núcleo duro de la plantilla, conscientes de la exigencia que tienen todos al estar en un club como el Real Madrid, y su actitud no deja de sorprender, más allá de que sea la tónica habitual desde hace varias temporadas.
Son varios los que consideran que un jugador de sus características, que puede llegar a ser muy importante para Ancelotti, debería dar más y estar más comprometido con el club y, sobre todo, con ellos mismos. De hecho, Marcelo y Bale, primer y segundo capitán, le recriminaron su actitud, aunque visto lo visto no ha surtido efecto. El brasileño y el francés le trataron explicar que tenía que ser más profesional, que cobra del Real Madrid y ambos dejaron claro que por encima de todo está el equipo.